Psicóloga general sanitaria y psicoterapeuta humanista integrativa (psicóloga colegiada M-38991) y en este espacio te voy a contar un poco sobre mí. ¡Qué difícil es la tarea de describirse! Ahí voy: me considero una mujer sensible, empática, creativa, soñadora, entusiasta y con una curiosidad incansable. También puedo ser cabezota, nerviosa, algo impulsiva, impaciente y muy perfeccionista, en mi vida personal.
Soy originaria de Banyoles, una ciudad preciosa de Girona, en Catalunya. Viví muchos años en Barcelona, donde estudié la carrera de Psicología, y tuve también la oportunidad de vivir en otros lugares como Madrid, Edimburgo, Santiago de Chile (Chile) y Santo Domingo (República Dominicana). Todas estas experiencias me dieron la apertura de mente que tengo hoy en día y otras cualidades que, por supuesto, enriquecen el trabajo que hago. He estado vinculada desde pequeña al mundo creativo con la música, la danza, el movimiento, la escritura, el canto y la interpretación. Tengo pasión por todo lo relacionado con la psicología, por la escritura y por crear historias que aún no existen, por las personas que quiero, el mar, los libros de psicología y las novelas policíacas, el té chai (mi nuevo descubrimiento); los tejidos de colores; unas buenas risas largas; el gazpacho; todo lo que tenga chocolate; los abrazos largos y los masajes en los pies.
Como psicoterapeuta, tengo una mirada interseccional, es decir que considero que las diversas identidades de una persona (como género, raza, clase social, orientación sexual o religión) se cruzan y afectan su experiencia emocional, su salud mental y sus vivencias en la sociedad.
Para mí cada individuo es un ser complejo, cuya experiencia de vida no se puede reducir a una sola categoría sino que hay varias identidades que interactúan y configuran su perspectiva del mundo y su manera de afrontar los retos.
Tener esta mirada interseccional me hace ser más sensible a las experiencias de marginación, discriminación o privilegio que los pacientes puedan estar viviendo, lo cual me permite ofrecer un acompañamiento más holístico, respetuoso, inclusivo, empático y adaptado a las necesidades particulares de cada uno, una y/o une.
¿Qué ofrezco?
Sesiones de psicoterapia individual para mujeres adultas.
Formación personalizada y diseñada para ti, según lo que necesites.
Asesoramiento en proyectos de salud mental, en proyectos artísticos que necesiten de una mirada psicológica y en la redacción de artículos técnicos del ámbito de la salud mental.
Acompañamiento emocional en el proceso de superar pérdidas significativas, presentes o pasadas, como la partida de seres queridos, rupturas importantes y/o procesos de transición significativo.
Fortalecimiento del autoconcepto, la confianza personal y la capacidad de establecer límites saludables, promoviendo el bienestar y la aceptación personal.
Gestión de la ansiedad, el estrés y trabajo con el reprocesamiento del trauma, como en casos de abusos y violencia.
Apoyo en la exploración de metas y toma de decisiones para alcanzar una vida más plena y equilibrada y para construir y/o fortalecer tu proyecto de vida.
Aunque el término “proceso terapéutico” puede imponer si no se conoce, quiero que sepas que es un espacio seguro y amigable, un camino que te llevará a un proceso de transformación con el fin último de alcanzar tu bienestar en todas las facetas de tu vida.
Durante las primeras sesiones para mí es primordial ir generando un vínculo y que el espacio pase a ser un entorno de confianza y seguridad para ti. Un espacio íntimo y cálido, creativo y lleno de posibilidades.
Como terapeuta, siempre te acompañaré un paso por detrás. Eres tú quién tomará todas la decisiones. Ya que se trata de tu proceso y de tu vida.
No existe como tal una fase de intervención terapéutica sino que la intervención empieza desde el primer momento que nos conocemos al introducir un vínculo y un espacio que son nuevos para ti.
Piensa que el proceso es dinámico y muy específico para cada persona y cada proceso. La terapia no se trata de un recetario que tenemos que seguir, sino de realizar una mezcla concreta y personalizada en función de las necesidades. ¡Y es que todo el mundo no necesita lo mismo!
¿Cómo son las sesiones?
Honestas
Te ofrezco un espacio de confianza donde puedes expresarte con libertad y sin juicios.
Cercanas
Mi enfoque es empático y cercano para que te sientas cómoda y acompañada en todo momento.
Auténticas
Cada sesión se adapta a ti, según lo que surge, respetando tus necesidades y a tu ritmo personal.
Respetuosas
Te escucho con atención y con todos los sentidos, respetando tus tiempos y las emociones que surgen.
¿Resuenas conmigo?
Si es así, ¡contáctame! El primer contacto es por Whatsapp. Agendaremos llamada para conocernos y resolver dudas o inquietudes. Y te explicaré cómo funciona el proceso terapéutico.
Un proceso psicoterapéutico es un espacio seguro donde trabajamos juntas para explorar tus pensamientos, emociones y comportamientos. A lo largo de las sesiones, utilizamos diversas técnicas psicoterapéuticas para ayudarte a comprender mejor tu situación, aprender nuevas estrategias para afrontar dificultades y lograr el bienestar emocional. Trabajaremos tanto con el pasado como con el presente, para ayudarte a aliviar esa «mochila» emocional y que puedas estar mejor en el aquí y ahora. Cada proceso es único y se adapta a tus necesidades y objetivos personales.
¡Claro que no! Ofrezco la modalidad online por la facilidad que ofrece y porque muchos pacientes me lo han demandado. Las sesiones online nos permiten eliminar barreras geográficas y poder atender a personas de todo el mundo, estén donde estén. Incluso, si estás de viaje de manera ocasional.
Pero también dispongo de consulta en Madrid para poder realizar la terapia de manera presencial, en un espacio seguro y de confianza.
No, la psicoterapia es para cualquier persona que quiera mejorar su bienestar emocional, gestionar mejor sus emociones o buscar crecimiento personal. Es una herramienta valiosa para todas, independientemente de si están pasando por una crisis o no.
No trabajamos con un diagnóstico clásico como tal, sino que hacemos una evaluación de la problemática en función de tus necesidades. A través de esta evaluación, podremos identificar las áreas a trabajar y diseñar un plan terapéutico adaptado a ti, sin la necesidad de un diagnóstico formal. El foco está en lo que estás viviendo y lo que quieres mejorar, y no en un diagnóstico rígido.
Lo más importante para un proceso terapéutico exitoso es el compromiso, el tiempo y la paciencia. Si te comprometes a trabajar en ti misma, a ser paciente con el proceso y a dedicar el tiempo necesario, los avances y cambios se irán dando a lo largo del camino. La terapia es un espacio que requiere tu implicación y tu disposición para aprender, crecer y transformar lo que necesites.
Mi recomendación: «respira, da un paso atrás y no olvides que no todo tiene que ser perfecto». A veces, tomar una pausa y permitirte sentir lo que estás sintiendo es el primer paso para recuperar la calma.
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